
¿Quien soy?

Soy Eva y...
Me gusta el café, el olor a incienso y la música indie folk.
Me gustan los paseos con mis perras Tona, Cookie y Tina y me gustan las caricias de mi gata Lola.
Me gusta el orden y el caos espontáneo.
Me gusta lo planificado y me encanta la aventura.
Me gusta enamorarme - no tanto el desenamorarme.
Me gusta la gente bonita y las charlas con una buena copa de vino.
Me gusta el compartir risas y el buen sentido del humor.
Me gusta despertar lento con la luz del sol.
Me gusta el sonido del mar.
Me gusta el sol en verano y me gusta la lluvia en cualquier época del año.
Me gusta que se me ponga la piel de gallina y me gusta cuando me cae una lágrima de emoción.
Esa soy yo y así intento ser detrás de la cámara
¿Porqué Hygge?
Desde el primer momento en que vi esta palabra, supe que era para mí. Me enamoré de su significado, de todo lo que representa. Me siento tan y tan HYGGE que no podría llamarme de otra manera.
HYGGE no es solo una palabra, es una actitud, un estilo de vida. En Dinamarca, se dice que el HYGGE convierte los hogares en refugios acogedores y hace a la gente más feliz.
Si le preguntas a un danés qué es HYGGE, te dirá que es sentarse junto a la chimenea en una noche fría, con un suéter de lana grueso, una copa de vino caliente con especias y el suave susurro de tu perro dormitando a tu lado. HYGGE es encontrar el rincón más acogedor de casa, disfrutar del tiempo con quienes amas y olvidarte, por un momento, de las obligaciones.
HYGGE es una cena con amigos bajo una luz tenue. Es una tarde de lectura con una manta suave. Es un espacio donde las distancias se acortan y todo invita a la calma. Es sentirse en casa, libre de preocupaciones.
Y así quiero que os sintáis en vuestra boda: relajados, felices, arropados por el calor de vuestros seres queridos.
No quiero ser solo vuestra fotógrafa. Quiero ser Eva. Quiero que podamos compartir una cerveza, un café o una copa de buen vino en una cena.
Quiero dejar huella en vosotros. Quiero emocionaros. Quiero que mis fotos os lleguen al alma y os hagan derramar lágrimas… pero de pura felicidad.
¿Queréis una boda Hygge?


















